1. Tras una primera inspección visual mediante una cámara especial, se determinan los problemas de la tubería como el grado de obstrucción, corrosión y suciedad. Comprobaremos la existencia de algún tipo de fuga y el estado de las juntas de la misma.
2. Dependiendo del material de la tubería y de la suciedad existente, utilizaremos diferente tipos de limpieza, como abrasivos (en el caso de metales) o agua a presión (en el caso de fibrocemento, hormigón, pláticos). De esta forma, eliminaremos totalmente todo tipo de materia que obstruye y ensucia el interior de la tubería.
3. Una vez que la tubería este limpia procederemos al secado de la misma. Para ello, podremos utilizar cañones de calor para la total eliminación de humedad y así poder aplicar la resina Epoxy con total garantía.
4. Con la ayuda de un robot patentado capaz de acceder por tuberías desde 50 mm de diámetro, aplicaremos la resina Epoxi en el interior de la tubería existente utilizando esta como molde. La capa de resina que queda es de unas 1.700 micras (1,7 mm.).
5. Transcurrido un periodo máximo de cuatro horas, ya tendremos una tubería nueva y lista para su utilización.
6. Una vez que el proceso esta totalmente terminado se procederá a una nueva inspección de cámara para comprobar que el recubrimiento de la tubería es el correcto. Este video será entregado a la propiedad en prueba del trabajo realizado.